Por: Rocío Barbosa Cano y Mercedes Martínez Ramos
Es curioso como el control es bivalente, dual, binario –tan idealizado si es interno, tan demonizado si es externo. Tan positivo (e incluso educacional) si controlas tus acciones y tus palabras, tan negativo (e incluso ilegal) si controlan tus acciones y tus palabras. O blanco, o negro.
Sin embargo, hay un tipo de control donde la línea entre lo interno y lo externo se desdibuja. En las relaciones tóxicas, el control funciona como un eje fundamental: el control físico, el control mental, el control contextual. Pero sobre todo funciona como un gris –dejas de tener claro donde el control es externo o es interno.
Te pones a pensar: ¿Mi novio no quiere que salga con esta blusa porque otros hombres me van a mirar, o yo no quiero salir con esta blusa porque otros hombres me van a mirar? ¿Mi novio no quiere que salga con mis amigas, o es que ya no me siento a gusto con ellas y prefiero quedarme con él? ¿Mi novio quiere leer mis mensajes, o es que yo no tengo nada que ocultar y por tanto me da igual que lea mis mensajes?
En el momento que el control interno y externo se desdibuja, la línea que diferenciaba lo ideal y lo demonizado, lo positivo y lo negativo, lo bueno y lo malo, lo admisible y no inadmisible, también lo hace.
Y es ahí donde la línea pasa a ser un círculo.
Y de los círculos es muy difícil salir.
Esta playlist está formada por 11 canciones de mujeres. Cada una de ellas representa una etapa de este círculo. Para nosotras era fundamental –aún que ni ha sido fácil– que todas las canciones fueran de mujeres, esencialmente porque: 1) existen miles de mujeres talentosas a las que no se les da voz ni espacio (aunque en este caso la mayoría sean mainstream), y 2) en la mayoría de las relaciones tóxicas cisheteronormativas, la mujer es la que se lleva la peor parte (como en la vida en general), y es por ello que no nos parecía bien que, como de hecho ocurre, se identificara las emociones de una fase de este tipo de relación, tan dañina, dolorosa, y angustiosa con la canción de un hombre. Ni nos parece justo, ni es representativo.
A si que aquí tenéis, esta playlist que es –por desgracia– para muchas de nosotras un recordatorio, un memorando de un círculo vicioso del que creímos una vez que no íbamos a salir.
Pero también es un rayo de esperanza de que los círculos se rompen.
Para las que lo rompimos y para las que lo romperán.
Y para las que nunca tengan que romperlo.
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A continuación, las etapas según cada canción:
1. Cortejo: "Can't Fight The Moonlight" - LeAnn Rimes
2. Idealización: "A tu vera" - Lola Flores
3. Luna de miel: "Sin ti no soy nada" - Amaral
4. Manipulación: "Dear John" - Taylor Swift
5. Explosión: "Vampire" - Olivia Rodrigo
6. Reconciliación: "Volvernos a amar" - Lia Kali
7. Luna de miel (reinicio de ciclo): "Volver" - Morgan
8. Agotamiento: "Flores" - Babi
9. Ruptura: "No voy a cambiar" - Malú
10. Conciencia: "A ningún hombre" - Rosalía
11. Romper el círculo: "Puerta violeta" - Rozalén
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